jueves, 13 de marzo de 2014

París.

-Te voy a echar de menos.
-Solo me voy una semana. -Dijo, sonriendo.-
-Lo sé, pero en una semana pueden pasar muchas cosas. Como ella, contigo, solos, una semana, París...
-Créeme, no va a pasar nada entre ella y yo.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Porque yo te quiero a ti.
-Que raro, desde que nos conocemos creo que es primera vez que me dices que me quieres. Y mira que llevamos siendo amigos desde hace tiempo.
-Lo sé, pero no es un "te quiero" cualquiera, es un te quiero de "ojalá estuviera ella aquí ahora, ojalá la pudiera besar ahora mismo, ojalá estuviera todo el día sonriendo, ojalá el motivo de su sonrisa fuera yo". Cada vez que daba una razón más, se iba acercando hacia mis labios.
-Eres el motivo de mi sonrisa.

Me besó. Fue el típico beso que llevaba esperando desde hace mucho tiempo. No sabía que era capaz de sentir tantas cosas con un beso, sólo sabía que me sentía la persona más feliz del mundo, sabiendo que estaba con la persona que me hacía reír todos los días, que era divertido, listo, y nunca me haría daño.

-Y ahora, ¿me crees cuando te digo que no voy a tener nada con ella?
-Sí, ahora si te creo. Ojalá fuera yo también a París, sería como en las películas.
-Ya, pero lo nuestro es una historia de verdad. Te voy a echar mucho de menos, nos vemos en una semana.
-Yo también te echaré de menos, demasiado. Te quiero.

No pude evitar llorar, era la primera vez que me decía que me quería y que me había besado, y ahora, ¿se va? Es una semana que no le voy a ver y posiblemente tampoco hablemos demasiado. Ademas, yo no voy a estar y ella sí, y tengo la intuición que cuando estén los dos en la Torre Eiffel va a ser muy difícil que no se besen, sobretodo por lo guarra que es ella, sólo sé que confió en él y en que no me hará daño, pero no me fío de ella, y eso es lo que más me asusta.


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