jueves, 13 de diciembre de 2012

Cerrando los ojos, se apaga el universo.

En una noche como esta lo único que necesito es a él. Sé que para ti soy invisible, pero podrías hacer algo para hablar conmigo. Si supieras todo lo que te quiero posiblemente te asustarías, créeme, nunca nadie te ha querido como yo te quiero. Me gustaría decirte tantas cosas, todo lo que te quiero, cuanto pienso en ti, todas la lágrimas que caían por mi mejilla en cada canción que me recordaba que no te tenía, que no eras mío, que tú a mi no me querías. 


Como has podido ver, no soy de esas personas que dicen: "Ah, pues a mi ayer me gustaba tal chico pero como yo no le gusto, ¿Para qué voy a estar por él? Pues eso, que ya no me gusta." Si es verdad que aveces me gustaría ser así, para no sufrir tanto, pero yo no soy así, cuando quiero a alguien es de verdad, y suele ser por mucho tiempo. Por eso te sigo queriendo, y no es bueno, porque tú a mi no me quieres, y es ahí donde duele. Cuando te veo con ella muchas veces desearía ser yo esa chica a la que le coges la mano, la abrazas desprevenidamente, hablas con ella todos los días... Si, eso sería lo mejor del mundo para mí, pero claro, si ni siquiera tengo el valor de hablarte para decirte hola, y tenerte al lado y no parar de temblar, es normal que la quieras a ella, yo tampoco me querría a mí.

viernes, 7 de diciembre de 2012

I love you for a thousand years.

Todo empezó un día frío de invierno, con las nubes tapando el sol.

Vuelves a taparte con esa bufanda de algodón intentando ocultarte del mundo, como siempre has hecho, como siempre desearías poder hacer.

Por la mañana, al llegar al instituto, no había casi nadie, así que empecé ha hablar con un amigo. Como no sabíamos de que hablar, le dije que ya no me gusta nadie,aunque antes estuviera muy enamorada. Lucas, el chico del que estaba hablando, me oyó, y como él sabía que a mi me gustaba se unió a la conversación. Sinceramente me sorprendió ya que casi nunca hablaba conmigo, por eso en un principio comencé a tartamudear.

-Em... Si, bueno, es que ya como no hablamos nunca estoy segura de que no tenía ninguna posibilidad contigo.

+Pero eras la única chica que estaba por mi, ahora sé que no le importó a nadie... A mi me gustaba pensar que al menos alguien se preocupaba por mi, que me quería.

-Eso es mentira, siempre le importarás a alguien.

En realidad, al decir ese "alguien" me refería a mi misma; sé que le estaba diciendo a mi amigo que ya no me gustaba nadie, pero no era verdad, sólo quería que Lucas no pensara eso.

+Pero yo quería que alguien estuviera por mi.-Dijo él.

-Yo así soy más feliz, sin que me guste nadie.- Aunque supiera que a él mi felicidad no le importaba.- Pero sólo te pido una cosa, no me abraces, porque si lo hace me enamoraré de ti.

Sé que parecerá una tontería pero yo me entiendo.
Ese mismo día, después de acabar las clases estaba Lucas hablando con Sara, la tipa chica que le gusta a todos los chicos, la mas guay de todo el instituto, la chica por la que Lucas esta locamente enamorado. Aunque a mi él no me gustara tanto como antes, por alguna razón seguía poniéndome celosa. Al verlos tan juntos y acaramelados salí de allí corriendo. Todos los árboles estaban blancos de nieve y iba yo caminando sola por la carretera.



Cuando estaba andando sentí un abrazo por detrás. Unos brazos que me envolvían la cintura y una cabeza en mi hombro. Yo sujeté sus manos con las mías. Fue la mejor sensación que había sentido en toda mi vida. Me giré y le vi. Era él.

- ¿Por qué has hecho esto?. Le pregunté.


+ Me habías dicho que si te abrazaba te enamorarías de mi.

-Lo sé, por eso no quería que me abrazarás, no quería seguir sufriendo.

+No tienes porqué sufrir.

- Eso lo dices por que no sabes como es querer a alguien que no te quiere.

+Tú tampoco deberías sentir eso.

-¿Por qué lo dices?- Mi corazón no podía latir más fuerte que en ese momento.

+Porque estoy enamorado de ti.



Casi muero. Nunca me había pasado esto antes, ¿Que la persona a la que yo quería me quisiera a mi también? Me sonaba imposible, pero ahora ya sabía que todo se podía hacer realidad.
Dulcemente me quito el pelo de la cara y me lo puso detrás de la oreja, acercando cada vez mas mi cara a la suya. Nuestros ojos se miraban y yo me perdía en su mirada y, suavemente, me besó.


Después sonó mi despertador, todo esto había sido solo un sueño. Sabía que lo que estaba pasando no podía ser verdad, era demasiado perfecto e irreal. Como he dicho antes, nunca nadie de quien me he enamorado me ha querido a mi.